El Señor, el niño y el burro
- Rafael Ramirez Castañeda
- 18 ago 2020
- 2 Min. de lectura
El Señor, el niño y el burro.
Venía el señor por el camino, con un niño como de once años, que era su hijo. Y venía también un burro, que le servía al señor para cargar leña. Pero el señor ya había vendido la leña, y además estaba cansado, de manera que se montó en el burro.
En esto se encuentran con unas personas que venían por el mismo camino. Y cuando pasaban junto a ellos, el señor oyó que decían: “¡Qué viejo tan egoísta! Va él muy montado en el burro, y el pobrecito niño a pie.”
Entonces, el señor se bajó del burro y le dijo al niño que se montara. Caminaron así un rato, el niño encima del burro y el papá caminando a un lado, cuando en esto se encuentran con otras personas. En el momento de pasar, el señor escuchó que decían: “¡Qué muchacho tan malcriado! Va él muy montado en el burro y el pobrecito viejo a pie.”
Entonces, el señor le dijo al niño que se bajara del burro. Y en esto que se encuentran con otros fulanos. Y cuando ya pasaban, oyó el señor que decían: “¡Qué par de tontos! Va el burro muy descansado, sin carga, y a ninguno se le ocurre montarse.”
Entonces el señor se volvió a montar y le dijo al niño que él también se montara. Así iban, moviéndose los dos al mismo tiempo con el paso del burro, y en esto se encuentran con otras personas que venían por el camino. Y cuando ya pasaban junto a ellos, el señor oyó que decían: “¡Qué par de bárbaros! El pobrecito burro ya no puede con la carga.”
Entonces el señor se quedó pensando un rato y le dijo al niño: “¿Ya ves hijo? No hay que hacer mucho caso de lo que diga la gente.
Cuento Tradicional. Texto extraído del libro Español. Segundo grado. LECTURAS. 1982, SEP.
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